Saúco modelos de enfermedad
Pudrición madura del saúco
El hongo patógeno Colletotrichum acutatum causa Antracnosis (Pudrición de la madurez) en las frutas antes y después de la cosecha. La enfermedad se da en todas las zonas de producción y tiene un gran impacto en la reducción de la vida útil de las frutas y en la mala calidad de las frutas frescas en el mercado.
Síntomas
Las bayas de saúco son sensibles al hongo patógeno. Las bayas no desarrollan síntomas hasta que están maduras. Los primeros síntomas se observan cerca del final de la floración en los frutos maduros, en forma de zonas oscuras y hundidas. Estas zonas infectadas pueden arrugarse con el tiempo. A los pocos días se observan masas de esporas húmedas de color naranja salomón brillante en estas zonas hundidas. Las masas de esporas pegajosas se propagan a otras bayas por la lluvia, el riego, las salpicaduras de agua, el viento y los contactos durante la cosecha.
El hongo patógeno infecta todas las fases de la planta: hojas, brotes, ramitas y cañas. Los brotes nuevos y las hojas pueden infectarse en primavera. Las ramitas se infectan por transferencia de esporas desde los brotes infectados. En los tallos jóvenes aparecen lesiones de color marrón oscuro, similares a cancros, con cuerpos fructíferos.
Ciclo de la enfermedad
El hongo patógeno pasa el invierno en ramitas y botones florales, espolones y racimos. En primavera, el hongo produce esporas que se dispersan por la lluvia, el riego y las salpicaduras de agua. Las infecciones se producen a una temperatura óptima de entre 12 y 27°C y un periodo de humectación de las hojas de más de 12 horas. La fruta puede infectarse en cualquier momento, aunque las infecciones sólo son visibles (se aprecian los síntomas) cuando la fruta está madura. El hongo entra en la fruta y permanece latente hasta que la baya empieza a madurar. En ese momento, el hongo empieza a colonizar la zona infectada y a producir enzimas que destruyen las paredes celulares de la planta. Estas células dañadas pierden su contenido e integridad (los síntomas se observan como zonas hundidas y marchitas). Los racimos de fruta dañados pueden infectarse después de la cosecha.
En FieldClimate se calculan las tres severidades de la infección (una Infección débil, moderada y severa). Cuando se alcanzan los 100 % de infección se han cumplido las condiciones para la infección. La gravedad también depende del inóculo del patógeno (historial de la planta).
Equipamiento recomendado
Compruebe qué conjunto de sensores se necesita para vigilar las posibles enfermedades de este cultivo.